¿La variante ómicron afecta a
los niños de manera diferente que otras variantes de COVID y hasta qué punto
debería preocuparme?
Natasha
Burgert, MD, FAAP
Respuesta
Ómicron
ha demostrado ser la variante de COVID-19 más contagiosa de la pandemia hasta
el momento. La principal diferencia con ómicron es la gran cantidad de niños
que se enferman al mismo tiempo.
Sin
vacunas ni dosis de refuerzo para los niños más pequeños, se siente como una
espera agonizante para muchas familias. Como pediatras, siempre nos preocupamos
por los más pequeños cuando las enfermedades se propagan por las comunidades.
Cuando los niños aún no están vacunados, sus sistemas inmunitarios no están tan
bien preparados para hacer frente a la exposición a gérmenes dañinos. Además,
su anatomía y fisiología únicas hacen que muchas enfermedades sean más graves.
Por
ejemplo, un estudio reciente relacionó la infección previa por COVID-19 con un
mayor riesgo de diabetes (en inglés). Y aún no
conocemos el alcance total de cómo la COVID afecta a los niños a largo plazo.
Más variantes, pero más
herramientas
Si
bien hay nuevas variantes del virus, ahora tenemos más herramientas. Sabemos
que usar una mascarilla facial bien colocada, mantener la distancia física y
recibir vacunas y dosis de refuerzo contra el COVID reducen
el riesgo de enfermedades graves para todos. Hay más formas de hacer la prueba para detectar el virus y hay
más tratamientos para ayudar a proteger a algunas personas que corren un riesgo
grave si se enferman. Podemos utilizar estas herramientas juntos y proteger a
nuestros niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios
debilitados, para mantenerlos a salvo durante este difícil momento.
El
impacto a corto plazo no siempre es menor para las familias
Con
el aumento de los casos de COVID entre los niños, ha habido un fuerte aumento
en la cantidad de niños hospitalizados. Por lo que se sabe hasta ahora, la
mayoría de los niños que contraen COVID y desarrollan síntomas más graves se
han recuperado. Cuando los hospitales y las clínicas de todo el país tienen un
rápido aumento en las visitas y admisiones de pacientes, las familias que
necesitan atención que no es de emergencia pueden sufrir retrasos. También
niños y adolescentes con emergencias de apendicitis, personas que sufrieron
accidentes de tránsito, esguinces, lesiones y fracturas de huesos, pueden ver
retrasos en recibir tratamiento.
Al
mismo tiempo, nunca he visto una enfermedad que pueda afectar tan rápidamente a
todos los miembros de una familia. Debido a que es tan difícil cuidar de un
niño enfermo cuando uno mismo no se siente bien, esta situación resulta
especialmente desalentadora para las familias.
Podemos
superar esto
Por
supuesto, los padres están preocupados. Y frustrados. Y cansados. Pero nuestros
hijos son resilientes. Después de casi dos años de
pandemia, hemos hecho muchos progresos contra el COVID-19. Las vacunas han sido
un punto de inflexión importante, reduciendo el riesgo de enfermedades graves
por el virus.
Hasta
que todos estén protegidos, podemos hacer mucho para ayudar a los niños durante
la pandemia. Continuamos abogando por los recursos necesarios para estos niños
más pequeños (incluidas las vacunas y el apoyo a su salud mental).
No
dude en hablar con el pediatra de su hijo para mantenerlo lo más saludable
posible durante el COVID-19.
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