¿Qué es una infección de oído?
¿Recuerdas haber tenido alguna vez dolor de oído? Aunque no lo
recuerdes, probablemente lo habrás tenido. La mayoría de los niños tienen por
lo menos una infección de oído medio antes de cumplir dos años. Este tipo de
infecciones puede provocar dolor de oído y fiebre.
¿Qué es una infección del oído medio?
Las infecciones del oído medio son uno
de los problemas de salud más frecuentes durante la infancia. Empezaremos
hablando sobre las infecciones. Una infección ocurre
cuando los gérmenes, como los virus y
las bacterias, se introducen en el cuerpo y provocan problemas. Los gérmenes
pueden entrar en los oídos. El oído se divide
en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno. Cuando los gérmenes te
infectan el oído externo, la infección recibe el nombre de otitis externa u
oído de nadador.
El oído medio es un una pequeña cámara de aire que tenemos detrás del
tímpano. Una persona contrae una infección del oído interno cuando los gérmenes
entran en la cámara del oído interno y ésta se llena de un líquido espeso (o
pus), que contiene células que luchan contra los gérmenes. Cuando el pus se
acumula en el interior del oído medio, uno tiene la sensación de que el oído se
le ha convertido en un globo que está a punto de explotar, lo que puede ser muy
doloroso.
¿Cómo puedo contraer una infección de oído?
Entre el oído medio y la garganta,
tenemos un conducto denominado trompa de Eustaquio. Las trompas de Eustaquio (tenemos una en cada lado)
impiden que la presión aumente dentro del oído medio, al permitir que el aire
entre y salga libremente. Cuando eras pequeño, sobre todo antes de que
cumplieras tres años, tus trompas de Eustaquio eran diminutas y menos eficaces
a la hora de impedir la entrada de gérmenes.
En los niños mayores, las trompas de Eustaquio se alargan y generalmente
funcionan mejor que en los niños pequeños, pero todavía pueden causar
problemas. Si tienes alguna alergia o contraes un catarro, las trompas de
Eustaquio se te pueden obstruir y llenar de gérmenes, permitiendo la entrada de
estos últimos en el oído medio. Esos gérmenes se reproducirán dentro del
oído y te provocarán una infección.
Nadie puede contagiarte una infección de oído, aunque alguien puede
contagiarte un catarro, el cual, a su vez, puede provocarte una infección de
oído. Si tienes una infección de oído, es posible que éste te duela y que
tengas fiebre y/o problemas auditivos (no oigas bien). Si tienes cualquiera de
estos síntomas, díselo a tus padres para que te lleven al médico.
¿Qué hará el médico?
Cuando vayas al médico, éste te
examinará el interior del oído con una lámpara especial denominada otoscopio. Con el otoscopio, el médico podrá verte
el tímpano, una fina membrana que separa el oído externo
del medio.
Es posible que el médico también utilice el otoscopio para insuflarte
(introducirte) un poco de aire con poca presión dentro del oído. ¿Por qué? Para
ver si el aire hace que el tímpano se mueva de la misma forma que lo hace
cuando está sano. Un tímpano infectado no se mueve como debería porque el pus
presiona contra él y hace que se abombe hacia exterior. Además, la infección
también puede hacer que el tímpano se enrojezca.
Si tienes una infección de oído, el médico decidirá qué es mejor hacer a
continuación. Tal vez les pida a tus padres que te observen atentamente durante
uno o dos días para ver si mejoras. Es posible que también te recete un
analgésico para que te encuentres mejor.
Si el médico considera que lo que tienes es una infección bacteriana,
probablemente te recetará un medicamento llamado antibiótico. Los antibióticos
generalmente hacen que remita la infección bacteriana, y la persona se
encuentra mejor al cabo de pocos días.
Si te recetan un antibiótico, es muy importante que sigas tomándotelo durante
tantos días como te indique el médico - incluso aunque te deje de doler el
oído. Si lo dejas antes de tiempo, el oído se te podría volver a infectar y te
volvería a doler.
Cuando un niño tiene infecciones de
oído crónicas o frecuentes, es posible que necesite algunas pruebas
adicionales. Éstas incluyen el audiometría, que
evalúa la audición, y el timpanometría, que
evalúa si el tímpano se mueve con normalidad.
Cómo prevenir las infecciones de oído
¿Qué puedes hacer para prevenir las infecciones de oído? Para empezar,
puedes evitar los lugares donde la gente fuma, por un motivo: el humo del
tabaco puede provocar que las trompas de Eustaquio no funcionen correctamente.
También puedes hacer todo lo posible para no acatarrarte. Estas
recomendaciones te pueden ayudar:
·
Mantente alejado de las personas que están acatarradas, si es posible.
·
Lávate las
manos frecuentemente.
·
Intenta no tocarte la nariz ni los ojos.
¡Buena suerte en tu misión de mantenerte alejado de los catarros y de
impedir que esos fastidiosos gérmenes te entren en los oídos!
Revisado por: Steven
Dowshen, MD
Fecha de revisión: enero de 2012
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