Diarrea
Revisor
médico: Mary L. Gavin, MD
Qué es la
diarrea?
La diarrea consiste en evacuar heces
(cacas) blandas o sueltas con frecuencia. La mayoría de los niños tiene diarrea
de vez en cuando. La diarrea no suele durar mucho y generalmente mejora por si sola.
¿Cuáles son las
causas de la diarrea?
La diarrea suele estar causada por
una infección intestinal, llamada gastroenteritis.
La gastroenteritis puede causar
retortijones abdominales, seguidos de una diarrea que dura de 3 a 5 días. Otros
síntomas pueden incluir:
- fiebre
- pérdida
del apetito
- nauseas
(sensación desagradable antes de vomitar)
- vómitos
- pérdida
de peso
- deshidratación
Los niños con una diarrea que dure
más de un par de semanas pueden presentar otros síntomas, dependiendo de cuál
sea su causa.
Los gérmenes que
causan la gastroenteritis son:
- los
virus (los más frecuentes)
- las
bacterias
- los
parásitos
Los virus
La gastroenteritis viral (a menudo
llamada "gripe intestinal" o "gripe estomacal") es la
principal causa de la diarrea en los niños. También puede causar náuseas,
vómitos y dolor abdominal. Sus síntomas suelen durar unos pocos días, y los
niños que no ingieran una cantidad suficiente de líquidos mientras se
encuentren mal se pueden deshidratar.
El rotavirus es una causa frecuente de diarrea
acuosa en bebés y niños pequeños. Los brotes son más frecuentes en los meses de
invierno y a principios de la primavera, sobre todo en las guarderías y los
jardines de infancia. La vacuna del rotavirus puede proteger a los
niños de esta enfermedad.
El norovirus es otro virus frecuente
que causa diarrea acuosa, junto con los demás síntomas de la gastroenteritis.
Se suele contagiar a través de los alimentos y del agua contaminada.
Las bacterias
Hay muchos tipos diferente de
bacterias que pueden causar diarrea, como E.
coli, Salmonella, Campylobacter y Shigella. Estas bacterias suelen ser las causantes
de las intoxicaciones alimentarias, que pueden provocar diarreas y vómitos
pocas horas después de ingerir el alimento contaminado.
Los parásitos
La giardiasis es la principal
infección parasitaria que causa diarrea en los niños. Los niños pequeños son
los más proclives a desarrollar infecciones por giardia, sobre todo en los
centros de preescolar.
¿Qué más puede
causar una diarrea?
Los niños también pueden tener
diarrea por:
- beber
mucha cantidad de jugo de frutas y otras bebidas ricas en azúcar
- tener
una alergia alimentaria
- tener intolerancia a la lactosa
- tomar
antibióticos
- tener
problemas médicos, como la enfermedad celíaca, las enfermedades inflamatorias intestinales (enfermedad
de Crohn y colitis ulcerosa), y el síndrome del intestino irritable
¿Cómo encuentran
los médicos la causa de una diarrea?
Los médicos:
- preguntarán
sobre qué es lo que ha comido el niño últimamente, cuándo han empezado los
síntomas y con qué frecuencia hace diarrea
- harán
preguntas específicas sobre la diarrea: ¿Es acuosa? ¿Contiene
sangre?
- explorarán
al niño
- solicitarán
un análisis de heces, un análisis de orina y/o un análisis de sangre para
evaluar la deshidratación y determinar qué es lo que está causando la
diarrea, si es necesario
¿Cómo se trata la
diarrea?
La diarrea provocada por una
gastroenteritis viral remite por si sola. Los niños con diarrea de origen
bacteriano necesitan tratarse con antibióticos. Las diarreas de origen
parasitario siempre se deben tratar con medicamentos antiparasitarios. No le dé
a su hijo medicamentos antidiarreicos de venta sin receta médica a no ser que
su médico le dé el visto bueno.
Los niños que no están vomitando
pueden seguir comiendo y bebiendo como de costumbre, si lo desean. Sirva a su
hijo porciones de tamaño más reducido hasta que se encuentre mejor. Seguir
llevando una dieta normal puede acortar la duración del episodio diarreico. Los
bebés se pueden seguir amamantando o alimentando con leche de fórmula, siempre
que no estén vomitando de forma repetida.
Si la diarrea no se debe a una
infección, su tratamiento dependerá de qué sea lo que esté causando el
problema.
¿Cómo pueden ayudar
los padres?
A los niños con signos de deshidratación leve, los médicos les suelen
recomendar soluciones de rehidratación oral (también conocidas como suero
oral), como Pedialyte, Enfalyte o la marca genérica. Estas soluciones contienen
la cantidad adecuada de agua, azúcar y sales para ayudar a combatir la
deshidratación. En EE.UU., este tipo de soluciones no requieren receta médica y
se pueden adquirir en la mayoría de los supermercados y farmacias. El médico le
indicará qué tipo de suero le debe dar su hijo, en qué cantidad y durante
cuánto tiempo.
No dé a un niño con diarrea bebidas
deportivas, refrescos o jugo de frutas no diluido. Estas bebidas contienen
demasiado azúcar y pueden empeorar algunos síntomas. Tampoco le dé agua a su
hijo.
En algunos casos, un niño con una
diarrea grave puede tener que recibir líquidos por vía intravenosa (VI) en
un hospital para tratar la deshidratación.
¿Cuándo debería
llamar al médico?
Llame al médico si su hijo:
- no
puede beber nada durante varias horas seguidas
- está
orinando menos de lo habitual
- presenta
signos de deshidratación, como ausencia o escasez de lágrimas al llorar,
boca seca o pegajosa, labios agrietados, mareo o sensación de
desvanecimiento, somnolencia o reducción del nivel de alerta.
- tiene
fiebre alta
- presenta
sangre en las heces
- tiene
una diarrea que no mejora al cabo de varios días
¿Se puede prevenir
la diarrea?
Los gérmenes que causan la
gastroenteritis son contagiosos. La mejor manera de evitar la diarrea consiste
en evitar contagiarse:
- Todos
los miembros de su familia se deben lavar las manos a conciencia y con
frecuencia. Deben lavarse las manos durante por lo menos 20 segundos con
agua y jabón. Esto es de especial importancia después de ir al baño y
antes de preparar alimentos o de comer.
- Lave
las encimeras, lo pomos de las puertas y otras superficies que se toquen
mucho con un limpiador que mate virus y bacterias.
- Sigas
las directrices de seguridad alimentaria para impedir que entren bacterias
y virus en los alimentos y las bebidas (intoxicación alimentaria).
- Asegúrese
de que su hijo lleva actualizado su calendario vacunal.
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