INFECCIONES DEL OÍDO MEDIO
Revisor
médico: William
J. Parkes, IV, MD
Otolaryngology
(Ear, Nose, & Throat Care) at Nemours Children's Health
¿Qué son las
infecciones del oído medio?
Las infecciones de oído ocurren cuando los virus o las bacterias entran en el oído medio, el espacio que hay detrás del tímpano. Cuando un niño desarrolla una infección de oído (también llamada "otitis media"), el oído medio se le llena de pus (un líquido infectado). El pus ejerce presión sobre el tímpano, lo que puede ser muy doloroso.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de las infecciones de oído?
El dolor de oído es el principal
signo de una infección del oído medio. Los niños también pueden tener:
- fiebre
- problemas
para comer, beber o dormir. Las conductas de masticar, succionar o
acostarse pueden causar dolorosos cambios de presión dentro del oído
medio.
Los niños mayores se pueden quejar de
dolor de oído, pero los niños pequeños se pueden limitar a tocarse o estirarse
la oreja y/o bien estar inquietos y llorar más de lo habitual.
Si la presión ejercida por el líquido
acumulado dentro del oído medio es lo bastante alta, el tímpano se puede llegar
a perforar, produciéndose un derrame de líquido hacia
el exterior. Esta es una causa frecuente de ruptura de tímpano en los niños. Un
niño con ruptura o perforación de tímpano puede estar mareado o tener náuseas y
zumbidos en el oído afectado.
¿Cómo ocurren las
infecciones de oído?
Las infecciones de oído suelen
ocurrir debido a la inflamación de una o ambas trompas de Eustaquio (que
conectan el oído medio con la parte posterior de la garganta). Estas trompas
permiten el drenaje de moco del oído medio hacia la garganta.
Un resfriado,
una infección de garganta, el reflujo, o las alergias también pueden hacer que se inflamen
las trompas de Eustaquio. Esto obstruye el drenaje de las mucosidades.
Entonces, pueden crecer virus
o bacterias en las mucosidades y se puede fabricar pus, que
se acumulará dentro del oído medio.
Cuando los médicos hablan de una
infección de oído, se suelen referir a una otitis media en mayor medida que
al oído de nadador (u otitis externa). Una otitis media con efusión o
derrame ocurre cuando líquido no infectado se acumula dentro del oído. Puede no
provocar ningún síntoma, pero en algunos niños el líquido crea una sensación de
oído tapado o de que se les destapa el oído.
¿Por qué los niños
contraen infecciones de oído?
Los niños (sobre todo en sus primeros
dos a cuatro años de vida) contraen infecciones de oído más a menudo que los
adultos por varios motivos:
- Sus
trompas de Eustaquio, más cortas y más horizontales, permiten que
bacterias y virus accedan más fácilmente al oído medio. Sus trompas de
Eustaquio también son más estrechas, lo que favorece su obstrucción.
- Sus adenoides (o vegetaciones), unas
estructuras de tejido glandular ubicadas detrás de la nariz, son de mayor
tamaño, de modo que pueden obstruir parcialmente el calibre de las trompas
de Eustaquio.
Hay otros factores que también
aumentan el riesgo de que los niños desarrollen infecciones de oído, como
ser fumadores pasivos (exponerse al humo del
tabaco fumado por otras personas), la alimentación con biberón y el hecho de
relacionarse con otros niños en guarderías o centros de preescolar. Las
infecciones de oído son más frecuentes en los niños que en las niñas.
Las infecciones de oído no son
contagiosas, pero los resfriados que a veces las provocan sí que lo pueden ser.
Las infecciones de oído son frecuentes en los meses de invierno, cuando la
gente contrae infecciones de las vías altas o resfriados (un niño con una
infección de oído también puede tener síntomas de resfriado, como nariz tapada
o moqueo nasal y/o tos).
¿Cuánto tiempo dura
una infección de oído?
Las infecciones del oído medio suelen
remitir por sí solas en dos o tres días, incluso sin tratamiento alguno.
A menudo, queda líquido dentro del
oído medio incluso después de que se haya resuelto la infección de oído. Si hay
líquido dentro del oído medio durante más de tres meses, será necesario
tratarlo.
¿Cómo se
diagnostican las infecciones de oído?
Los médicos hacen una exploración
física al paciente y le examinan el oído. Utilizan un otoscopio, un instrumento de tamaño reducido similar a
una linterna, que les permite ver el tímpano.
¿Cómo se tratan las
infecciones de oído?
Para tratar una infección de oído,
los profesionales de la salud tienen en cuenta muchos factores, incluyendo:
- el
tipo y la gravedad de la infección de oído.
- la
frecuencia con que el niño contrae este tipo de infecciones
- cuánto
tiempo hace que tiene esta infección
- la
edad del niño y cualquier factor de riesgo que presente el niño
- si
la infección de oído afecta o no a la audición
El tipo de otitis afecta a las
opciones de tratamiento. No todas las otitis se tratan con antibióticos. Puesto
que la mayoría de las infecciones de oído remiten por sí solas, muchos médicos
recomiendan el enfoque de "esperar y ver". Los niños reciben
medicamentos para aliviar el dolor (analgésicos) sin antibióticos durante unos
pocos días para ver si la infección mejora.
Los antibióticos no se recetan de
forma sistemática en las infecciones de oído porque:
- no
sirven para tratar infecciones provocadas por virus
- no
eliminan el líquido acumulado dentro del oído medio
- pueden
tener efectos secundarios
- no
suelen aliviar el dolor durante las primeras 24 horas y solo tienen un
efecto mínimo sobre el dolor
Asimismo, el abuso de los antibióticos puede favorecer la
proliferación de bacterias resistentes a los antibióticos, que son mucho más
difíciles de tratar.
Si el médico receta antibióticos, se
suele recomendar un tratamiento de unos 10 días. Los niños de seis años en adelante
que no padecen una infección grave pueden seguir cursos de tratamiento más
cortos, de un total de 5 a 7 días de duración. Si está saliendo líquido del
oído, se pueden usar también gotas antibióticas óticas (para los oídos).
Algunos niños, como los que tienen
muchas infecciones de oído y aquellos que tienen pérdidas auditivas duraderas
o retraso del habla, pueden necesitar una
intervención quirúrgica que consiste en implantar tubos en el oído. Un otorrinolaringólogo, un médico especializado en el
oído, la nariz y la garganta, inserta quirúrgicamente unos tubos (llamadas
tubos de timpanostomía) en la membrana timpánica, que permiten drenar el
líquido acumulado dentro del oído medio. Esto ayuda a igualar la presión dentro
del oído medio.
¿Cuándo son
necesarios los antibióticos?
Los antibióticos pueden ser el
tratamiento adecuado para aquellos niños que contraigan muchas infecciones de
oído. Los niños pequeños y aquellos que tengan síntomas más graves pueden
necesitar antibióticos desde el principio.
El enfoque de "esperar y
ver" puede no ser aplicable a aquellos niños que tengan otros problemas de
salud asociados, como implantes cocleares, paladar hendido, afecciones genéticas, como
el síndrome de Down, u otras enfermedades, como
trastornos del sistema inmunitario.
¿Cómo puedo ayudar
a mi hijo a encontrase mejor?
Con o sin tratamiento antibiótico,
usted puede ayudar a su hijo a encontrase mejor dándole paracetamol o ibuprofeno para aliviarle el dolor y bajarle
la fiebre en caso necesario. Es posible que el pediatra también le recomiende
administrarle gotas analgésicas para los oídos siempre y cuando el niño no
tenga el tímpano perforado.
¿Las infecciones de
oído pueden afectar a la audición?
La acumulación de líquido dentro del
oído medio impide el paso del sonido, lo que puede provocar problemas
auditivos de carácter temporal. Los niños con un problema
auditivo pueden:
- no responder
a sonidos tenues
- necesitar
subir el volumen del televisor o de la radio
- hablar
más alto
- parecer
que no atienden en la escuela
En los niños con otitis media con
derrame (o efusión) el líquido acumulado detrás del tímpano puede impedir el
paso del sonido, lo que puede provocar pérdidas auditivas leves de carácter
temporal, que pueden pasar desapercibidas.
Un niño con perforación de tímpano
puede tener acúfenos o zumbidos de oído y no oír tan bien como de costumbre.
¿Se pueden prevenir
las infecciones de oído?
Algunas elecciones relacionadas con
el estilo de vida pueden proteger a los niños de las infecciones de oído:
- Amamantar al bebé durante por lo menos
seis meses puede ayudar a prevenir episodios de otitis durante los
primeros meses de vida. Si se le da el biberón, es mejor dárselo mientras
el bebé está semi-incorporado en vez de acostado.
- Evitar
que los niños sean fumadores pasivos, lo que aumenta la frecuencia y la
gravedad de las otitis.
- Tanto
los padres como sus hijos se deben lavar las manos a fondo y a menudo. Esta
es una de las formas más importantes de impedir que se propaguen los gérmenes que, al poder provocar
resfriados, favorecen el desarrollo de las infecciones de oído.
- Llevar
al día el calendario vacunal del niño, porque hay
ciertas vacunas que pueden ayudar a prevenir las infecciones de
oído.
¿Cuándo debería
llamar al médico?
Aunque se trata de algo muy poco
frecuente, las infecciones de oído que no remiten o las que afectan al oído
medio y son graves o repetidas pueden tener complicaciones. Por lo tanto, los
niños que tengan dolor de oído o la sensación de tener los oídos tapados, sobre
todo si estos síntomas van acompañados de fiebre, deberían ir al médico si no
mejoran en un par de días.
Hay otras afecciones que también
pueden causar dolor de oído, como la salida de los dientes (o dentición), el hecho
de tener un objeto extraño dentro del oído y los tapones de cera. El médico de su hijo puede
encontrar la causa de las molestias de su hijo y tratarlas.
Revisor
médico: William
J. Parkes, IV, MD
Fecha de revisión: octubre de 2022
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